Triatlón distancia Ironman, una realidad.

Triatlón distancia Ironman, una realidad.

Soñar no tiene límites. Por eso suena el despertador, mi primer triatlón distancia Ironman As Pontes me espera.

5 de la mañana, para mi y los sufridores que me acompañan comienza un gran día. Arriba, tritraje enfundado y en marcha. Tupperware de pasta para desayunar, lo que el estomago me permitió meter, porque cada vez se iba cerrando más. Llegamos al lago, una fresca mañana, empiezo a temblar, pero evidentemente, no solo por el frío. Una visita obligatoria al WC y entramos en transición para dejar todo preparado. Empezamos a poner el neopreno, con ayuda, porque era imposible dejar de temblar y por megafonia nos llaman a cámara de salida. 7:15, salida de los valientes compañeros del Half, ya no se si estoy allí o es un sueño…
Vamos caminando hacia la playa, sintiéndome como una niña asustada, pero sintiéndome arropada, en todo momento, por mis compañeros Team Sport Spirit. Probamos el agua, perfecta, mejor imposible. 7:30, a sus puestos, salimos!!
Sin prisa, sin agobios, pero sin dejar de temblar hasta empezar a dar las primeras brazadas. Empiezo a coger mi ritmo, a calmarme y a nadar. Primera vuelta, 1900m, sonrisa, todo va bien, me siento bien, vamos a por la segunda. Cada vez más tranquila y disfrutando de ese estupendo lago, llegamos de nuevo a la playa. Completado el primer sector, 3800m pa la saca, gran sonrisa.


T1, con calma, me cambio, me echan un poquito de crema, cojo a Bella y nos vamos. 180km por delante, divididos en cuatro vueltas de 45km cada una y en el medio, avituallamientos, así lo tenía grabado en mi mente. Sabía que tenía que comer y beber durante todo el trayecto en bici, tener reservas para el último sector. Vamos mirando el cuenta, sumando km, cruzando compañeros y transmitiéndonos, con gestos, con miradas, esas pequeñas dosis de ilusión, para seguir soñando…En cada paso por el lago, una buena carga de energía, allí estaban mis grandes sufridores, transmitiéndome toda su fuerza. Cada vez éramos menos en el circuito, ya que los compañeros del Half, iban terminando. Cada vez más sola, hablando con Bella, riendo y llorando…cada vez conociendo más, lo que significa un triatlón distancia Ironman. Agradeciendo infinitamente, cada paso por los avituallamientos, el impulso que nos daban los voluntarios que allí estaban. Ultimo giro, dirección a transición y dando las gracias al resto de voluntarios que estaban por el camino, que no cesaron de animar del primero al último, durante tantas horas, maravillosos.


T2, mirando el reloj y viendo que todo iba como tenía pensado, sin prisa pero sin pausa. Nos volvemos a cambiar, otro paso por el WC y arrancamos a trotar, recibiendo otra buena inyección de ánimo, por parte de mi gente, que allí seguían, sufriendo conmigo. Una alegría inmensa me envuelve, porque algo me decía, que ya lo tenía más cerca, que podía conseguirlo. Subimos el enlace de transición y empezamos las 4 vueltas de 10km cada una. Me sentía bien, con fuerza, dos primeras vueltas muy buenas, rodeada de gente, ánimos por todos lados que te siguen cargando las pilas, ánimos de los que allí estaban presentes y de los que no, de todos mis compañeros del Team Sport Spirit, que en la distancia, me los hacían llegar. No podía sentirme más afortunada. Llega la tercera vuelta y sumado al cansancio acumulado, empieza un malestar y dolor en mis tripas, que no me deja casi correr. Hago un par de paradas para intentar vaciarlas, pero aún así, el dolor persiste, pero hay que seguir adelante, señores, esto es Ironman…Miro el reloj y ahora si que el tiempo se me echa encima, momento de bajón, físicamente hecha una mierda, mi mente tiene que hacer los últimos km. Y así fue, paso a paso, mirando adelante y dirección a meta. Yo sufría y los que me esperaban sufrían conmigo.


Veo ya el lago, dios mío, voy a cruzar esa línea de meta, sí, lo voy a hacer. El sol se ponía, el paisaje no podía ser más bonito, aunque mis ojos, que sudaban, no me permitían verlo bien. Se acaba el asfalto y toda esta emoción, transmite a mis piernas la fuerza necesaria para entrar corriendo por ese maravilloso arco de META.

Agarrada a mi hijo, rota de emoción, llego hasta el final, para abrazar y seguir llorando con los que allí me esperaban, los que a lo largo de 15 horas, fueron sufridores a mi lado, de esta maravillosa locura, mi hijo, Iván. Mi sister, Taty. Mi marido, Jose y mis grandes compañeros Nuria y Alex, creo que no hay palabras suficientes, para darles las gracias, algo así es de un valor infinito.
Al cruzar el arco de meta, por megafonia escucho mi nombre y dicen que soy Ironwoman, yo.    

 #NoTeCortesALaHoraDeSoñar

25-Junio-2017
Northwest Triman LD
46años, Mi Primer Ironman

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