5 de la mañana, para mi y los sufridores que me acompañan comienza un gran día. Arriba, tritraje enfundado y en marcha. Tupperware de pasta para desayunar, lo que el estomago me permitió meter, porque cada vez se iba cerrando más. Llegamos al lago, una fresca mañana, empiezo a temblar, pero evidentemente, no solo por el frío. Una visita obligatoria al WC y entramos en transición para dejar todo preparado. Empezamos a poner el neopreno, con ayuda, porque era imposible dejar de temblar y por megafonia nos llaman a cámara de salida. 7:15, salida de los valientes compañeros del Half, ya no se si estoy allí o es un sueño…
Vamos caminando hacia la playa, sintiéndome como una niña asustada, pero sintiéndome arropada, en todo momento, por mis compañeros Team Sport Spirit. Probamos el agua, perfecta, mejor imposible. 7:30, a sus puestos, salimos!!
Sin prisa, sin agobios, pero sin dejar de temblar hasta empezar a dar las primeras brazadas. Empiezo a coger mi ritmo, a calmarme y a nadar. Primera vuelta, 1900m, sonrisa, todo va bien, me siento bien, vamos a por la segunda. Cada vez más tranquila y disfrutando de ese estupendo lago, llegamos de nuevo a la playa. Completado el primer sector, 3800m pa la saca, gran sonrisa.

T1, con calma, me cambio, me echan un poquito de crema, cojo a Bella y nos vamos. 180km por delante, divididos en cuatro vueltas de 45km cada una y en el medio, avituallamientos, así lo tenía grabado en mi mente. Sabía que tenía que comer y beber durante todo el trayecto en bici, tener reservas para el último sector. Vamos mirando el cuenta, sumando km, cruzando compañeros y transmitiéndonos, con gestos, con miradas, esas pequeñas dosis de ilusión, para seguir soñando…En cada paso por el lago, una buena carga de energía, allí estaban mis grandes sufridores, transmitiéndome toda su fuerza. Cada vez éramos menos en el circuito, ya que los compañeros del Half, iban terminando. Cada vez más sola, hablando con Bella, riendo y llorando…cada vez conociendo más, lo que significa un triatlón distancia Ironman. Agradeciendo infinitamente, cada paso por los avituallamientos, el impulso que nos daban los voluntarios que allí estaban. Ultimo giro, dirección a transición y dando las gracias al resto de voluntarios que estaban por el camino, que no cesaron de animar del primero al último, durante tantas horas, maravillosos.

T2, mirando el reloj y viendo que todo iba como tenía pensado, sin prisa pero sin pausa. Nos volvemos a cambiar, otro paso por el WC y arrancamos a trotar, recibiendo otra buena inyección de ánimo, por parte de mi gente, que allí seguían, sufriendo conmigo. Una alegría inmensa me envuelve, porque algo me decía, que ya lo tenía más cerca, que podía conseguirlo. Subimos el enlace de transición y empezamos las 4 vueltas de 10km cada una. Me sentía bien, con fuerza, dos primeras vueltas muy buenas, rodeada de gente, ánimos por todos lados que te siguen cargando las pilas, ánimos de los que allí estaban presentes y de los que no, de todos mis compañeros del Team Sport Spirit, que en la distancia, me los hacían llegar. No podía sentirme más afortunada. Llega la tercera vuelta y sumado al cansancio acumulado, empieza un malestar y dolor en mis tripas, que no me deja casi correr. Hago un par de paradas para intentar vaciarlas, pero aún así, el dolor persiste, pero hay que seguir adelante, señores, esto es Ironman…Miro el reloj y ahora si que el tiempo se me echa encima, momento de bajón, físicamente hecha una mierda, mi mente tiene que hacer los últimos km. Y así fue, paso a paso, mirando adelante y dirección a meta. Yo sufría y los que me esperaban sufrían conmigo.

Veo ya el lago, dios mío, voy a cruzar esa línea de meta, sí, lo voy a hacer. El sol se ponía, el paisaje no podía ser más bonito, aunque mis ojos, que sudaban, no me permitían verlo bien. Se acaba el asfalto y toda esta emoción, transmite a mis piernas la fuerza necesaria para entrar corriendo por ese maravilloso arco de META.

Agarrada a mi hijo, rota de emoción, llego hasta el final, para abrazar y seguir llorando con los que allí me esperaban, los que a lo largo de 15 horas, fueron sufridores a mi lado, de esta maravillosa locura, mi hijo, Iván. Mi sister, Taty. Mi marido, Jose y mis grandes compañeros Nuria y Alex, creo que no hay palabras suficientes, para darles las gracias, algo así es de un valor infinito.
Al cruzar el arco de meta, por megafonia escucho mi nombre y dicen que soy Ironwoman, yo.    

 #NoTeCortesALaHoraDeSoñar

25-Junio-2017
Northwest Triman LD
46años, Mi Primer Ironman

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Al lío, yo quería iniciarme al triatlón uno de mis retos de este 2017, mi compañera Inma me dice que pruebe el duatlón «bufff», otro compañero del equipo Alejandro también me dice «Nuria apúntate y prueba uno» y a mi como hace falta poco para que me venga arriba… Me federo y me apunto al de duatlón de Oviedo. Mi sorpresa llega cuando me entero que es el primero que se hace en la capital del Principado, por el centro de la ciudad y que además es campeonato de Asturias. A lo hecho pecho, para adelante, mi objetivo era acabarlo y disfrutarlo.

El día antes de la prueba voy con los compañeros a recoger los dorsales y ver el recorrido tanto el de carrera a pie como el de la bici, los nervios ya empiezan a aparecer. Transiciones, meta, recorrido marcado… nervios y más nervios.

Y llegó el 19 de marzo, ese que veía tan lejos cuando me inscribí. Despierto media hora antes de que suene el despertador, desayuno y repaso la mochila que el día antes había preparado, todo en orden. 7:15 a.m. en punto me recogen mis compañeros con la furgoneta oficial del club, que guapos estamos con nuestra nueva equipación. Dirección Oviedo, aparcamos en el palacio de deportes y vamos en bicicleta hasta la salida en el Parque San Francisco. Yo salía a las 9:05 así que entro en zona de transición a dejar todo preparado, viene Alejandro conmigo para que no se me olvide nada. Ellos se van a desayunar ya que salen a las 10:30 y yo a calentar para volver a ver el recorrido de la carrera. Una compañera del club de Castrillón Mati me da la bienvenida y se viene conmigo a calentar y también me da algún consejo sobre todo porque yo con la bicicleta de carretera era la tercera vez que la usaba y era lo que me daba mas miedo, ya que también era un circuito muy técnico mucha subida, bajada y curvas muy cerradas, la organización llevaba toda la semana mandando emails avisándonos.

9:05 pistoletazo de salida, la carrera a pie bastante bien «es donde estoy cómoda», llego la hora de la bicicleta que era donde mas miedo tenia porque es algo que aun no controlo y mas porque voy ya con las calas que jamas había usado «os recuerdo lo de motivada, así soy». 5 eternas vueltas, orbaya suelo mojado, bajadas que tela y curvas que madre mía, los jueces de carrera avisando cuidado con las curvas, subidas eternas, la gran Sara me dobla en bici y me da ánimos,mis compañeros Alejandro, Manu y Victor cada vez que pasaba por donde estaban gritándome ¡vamos Nuriaaaa!, que grandes son.  Quinta vuelta para dentro a correr otra vez ahora unan vuelta al circuito del parque, las piernas ya notan el esfuerzo y parece que nunca había corrido pero me siento bien y con fuerzas. ¡Sorpresa! aparecen mis tres compis corriendo por el parque animándome a acabar. Tan solo me quedan metros para pasar por el arco de meta y de acabar la prueba que tanto ansiaba por hacer. Entrar y buff lo conseguí, tras el esfuerzo, el respeto que le tenia a la bicicleta y demás…. está claro que repetiré pero esta vez en casa, en Gijón.

«Cuando descubres que sola llegas más rápido. Pero en equipo llegas mas lejos.»

Una pena que haya tan pocas mujeres en Asturias, desde aquí os animo a las que dudéis, que os iniciéis en estas disciplinas, tanto duatlón como triatlón. Da igual la edad que tengáis, animaros probarlo y veréis como engancha porque esto engancha y mucho. Por eso digo, ¿Equipo femenino de triatlón? Sí, por favor.

Aprovecho desde aquí para agradecer al club TEAM SPORT SPIRIT por los mensajes de apoyo y ánimo, a mis 3 compañeros Manu, Victor y Alejandro que se hicieron un carrerón increíble, vaya fenómenos que son, amigos y a la familia.

¡¡Esto acaba de empezar!!

Nuria Espeso

#teamsportspirit #somosteam #enequiposiempremejor 

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En estos 10 meses participo en 2 triatlones y varias carreras populares, todo por mi cuenta sin entrenamientos constantes y entrenando en solitario, pero esto ya se terminó.

Víctor, el mismo chico que me inicia en todo esto, me propone dar un paso mas, me propone integrarme en su equipo de triatlón, con el cual solía salir a dar paseos en bici (gran paseo que me metieron hasta Villaviciosa ). Sin dudarlo, me pongo en contacto con el equipo mediante su web clubteamsportspirit y todos me acogen con los brazos abiertos, encantados de tener un espartano más. Por fin ya puedo poner en las inscripciones integrante de un gran equipazo Team Sport Spirit.

Empieza una nueva etapa y la temporada, toca el momento del duatlón, 11 de marzo de 2017 a las 4 de la tarde debuto,  primera parada Arriondas, inscripción hecha y muchos ánimos de todo el equipo.

Son las 22.00 del 10 de marzo, ya empiezo a notar los nervios, preparo todo, reviso la bicicleta y hago la mochila. Todo tiene que estar perfecto, me echo y me siento igual que un niño el primer día de curso, vueltas y vueltas en la cama, finalmente consigo dormirme.

Llego el día, voy como de costumbre a pitar partidos de críos, ya lo tengo todo preparado, a las 14:00 ya esta Victor esperándome para partir hacia Arriondas. Tenemos que darnos prisa ya que cierran la recogida de dorsales a las 15.30 y tenemos que hacer el checking de material. En el coche ya van empezando a resurgir los nervios, paso todo el viaje mareado pensando en lo que me quedaba para ser finisher. Por delante, 5 km corriendo, 20 km de bicicleta y 2,5 km corriendo, lo veo asequible pero no era consciente de lo que me esperaba.

15:00h llegamos a Arriondas y ya están los integrantes del equipo Team Sport Spirit esperándonos: Alex, Inma y Manu junto al vehículo oficial de Valgisa. Aparcamos delante de la meta, ya veo la que tienen liada allí y vuelven los nervios. Recogemos dorsales, ponemos pegatinas, montamos las bicis y lo llevamos todo a la zona de transiciones,  no queda nada para empezar. Calentamos un poco y reconocemos el circuito de correr (ya podríamos haber hecho lo mismo con el de la bici). 5 minutos para que empiece esto, nos explican como van a ser las vueltas 4 corriendo, 5 bici y por último otras 2 corriendo.

16:00 comienza el duatlón.

5 KM CORRIENDO: salgo desde atrás, se empiezan a ver los primeros muy lejos no habían pasado 200 metros y ya no los veía , me meto en el grupo de los últimos y los cinco km los paso con ellos , corremos a ritmo de 4´30/km. En la segunda vuelta ya nos doblo en primero, llega la 3 vuelta con ganas de coger la bici para descansar un poco (descansar….. ya veremos). Empezamos la 4 vuelta, en esta, ya entramos a la transición, últimos 300 metros y voy penúltimo (es lo de menos). ¿Como será la bici?, no tenia ni idea de como era el recorrido, me comentaron que había subidas y bajadas pero no me imaginaba lo que quedaba.

1 TRANSICION: Llegamos a la bicicleta, pongo casco lo primero, quito zapatillas y me calzo las zapatillas de ciclismo (no me la quería jugar con las gomas), cojo la bici y a correr con ella hasta la línea azul, salgo con los últimos de la transición  y escuchando los ánimos de Mónica, miembro y espartana del Team, que nos animo en toda la carrera.

20 KM BICI: Llego a la línea azul, a montarse en la bici, ya veo la primera curva y ya me pasa el último, primeros 300 m llanos  y recupero un poco, pero ya empiezo a ver una pequeña cuesta, los últimos ya me sacan distancia, «parecen aviones en bicicleta, en ese momento ya se como voy a quedar pero tengo que terminar si o si».

Comenzamos la subida de la vuelta 1, unos 1000 metros de subida, bastante dura para mi ya que siempre he rodado en llanos y pequeñas subidas, parecía interminable. Se me caen las gafas en medio de la subida (cosas de novato) , ya empiezo a ver el llano, ya llego arriba… Miro hacia la derecha y me encuentro una pared que no subía ni en coche, cojo el manillar y me pongo de pie en bici, 100 metros de subida más y otro llano. Llego fundido (primer trago de agua , no podía más), hago una curva a la derecha y otra pared, esta subida nunca termina, otra vez arriba de la bici y por fin llego arriba. Empieza la bajada tan deseada, ya empiezo a encontrarme a  los primeros animadores en las cunetas (como se les agradece los ánimos). Toca descansar y disfrutar de la bajada, siempre con la mano en el freno, no sabia hacia donde tenia que girar, bajo bastante bien y recupero. Llego abajo y volvemos al inicio solo quedan otras 4 subidas…

En las 2 próximas vuelta ya empiezo a notar el cansancio, me parece durísimo, lo paso bastante mal, pero nunca pienso en poner pie a tierra. Ya me pasaron muchísimos corredores entre ellos mis compañeros de equipo y amigos, que pasan como aviones, todos me dan muchos ánimos. Me hace coger mas fuerza para afrontar lo que queda, y de repente escucho el mejor grito de toda la carrera que llega desde abajo de uno de los repechos, «EEEEEEEEE ALOOOO», mi colega Victor que ya me estaba doblando, me anima, nos echamos unas risas y continua con su carrera .

Termino la cuarta vuelta, queda la ultima subida, ya no tengo fuerzas , lo que pensaba que iba ser un descanso (la bici) fue una de las cosas mas duras que me toco pasar en el deporte. La afronto muy cansado y sin fuerza, ya no queda nadie en el sector de bici solo yo. Toda la organización animándome sin moverse ni un metro, que grandes. Por fin llego arriba, solo queda recuperar en la bajada para afrontar la última carrera, tranquilo y sin prisa ,ya paso lo duro empiezo a llegar abajo al pueblo y ya veo la línea azul. Toca bajarse de la bici, no se como van a reaccionar mis piernas pero no tengo problema.

2 TRANSICION : Llego al numero 81 tomo un trago de agua y cuelgo la bici , pongo las zapatillas de correr giro el dorsal y comienza la carrera a pie .

2,5 KM CORRIENDO: Salgo de la transición me noto cansado pero bien, ya han acabado todos los participantes y un chico de la organización me sigue en bici dándome muchos ánimos. Salgo a un ritmo bueno, me encontraba bien, la primera vuelta la hago genial. Comienzo la segunda y ya me empiezan a entrar calambres a falta de 1 km para terminar, las piernas no me dejan ni caminar. El chico me anima y me dice “dale campeón que en 5 min estas tomando un recuperador “ en ese momento no se de donde saco fuerzas y sigo corriendo. Ya veo la meta, mi amigo Víctor y todo mi equipo de triatlón esperándome, llego a la meta y me da la enhorabuena todo el mundo, ya era finisher del duatlón de Arriondas.

Termino la carrera en 2 horas intensísimas, pero muy satisfecho de lo que había conseguido y muy orgulloso del pedazo de equipo que tengo, sin ellos no hubiera terminado.

Toca ducharse y pensar en lo que había pasado, el inicio de una gran aventura, me encanta el sufrimiento del deporte. Espero seguir sufriendo y disfrutando de él mucho tiempo.

ADORO ESTE DEPORTE, MUCHISIMAS GRACIAS A TODOS LOS QUE HICISTEIS POSIBLE QUE TERMINARA, ORGANIZACIÓN, EQUIPO TEAM SPORT SPIRIT, ALEX ,INMA ,MANU, MONICA Y MI GRAN AMIGO VITI, CONTINUAREMOS COMPITIENDO JUNTOS ESPARTANOS.

#somosteam

ADRIAN ALONSO LOPEZ

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Pues estoy aquí, por qué a mis cincuenta y pico he decidido que ya está bien de ser «la fea» que va con sus amigos al baile y queda guardando la ropa. Por esta vez quiero bailar y donde mejor que en mi casa, en mi ciudad, en mis montes… Mi mochila solo lleva unos pocos cinco miles, casi siempre con mis amigos de Déjame Tus Piernas, auténticos máquinas todos ellos. Escasos entrenos por cuestiones laborales y de familia y, eso si, muchos muchos kilómetros y horas de montaña. Una tarde eché mano al móvil y…Voilà, inscrito !!!. ¿Mi preparador?, YouTube y sus tutoriales…, Ay dios!!!! Nueve menos cuarto. Paseo nervioso camping arriba y abajo. Encuentro a Sonia, Chechu y Pablo junto con Carlos Hernandez. Edu Rus nos tira unas fotos. Iván y sus Futuros Nature se unen a las últimas instantáneas. No hay tiempo para más.

Salgo en la cola para no molestar y pronto identifico al que será mi grupo durante muchos kilómetros: «supervivientes cuyo objetivo inmediato es pasar el corte antes de las 11:15». Sin hablarnos hemos sido cómplices de cuestas, barro y hormigón, charcos y asfalto. Siempre pelaos, siempre al límite del crono, sonriéndonos cada vez que un voluntario nos grita «estáis en tiempo…. venga!!!!».Hacia el km 15 cuando trotaba entre risas con dos corredoras llega la catástrofe en forma de calambres, primero en una pierna, luego en las dos. Las chicas continúan, yo no puedo ni caminar. Estiro como puedo sobre el poste de madera de una alambrada de espinos y arranco a caminar renqueando. Poco a poco subo por la pista de los charcos hasta el último avituallamiento. Ya están recogiendo, me atienden y animan, «venga!, ya estás ahí, el resto es cuesta abajo…». Jamas olvidaré la bajada hacia casaYoli. Vuelven los calambres y me quedo clavado.

Este tiarrón de metro noventa y ochenta y tres kilos llora como un mocoso. Lloro de dolor y de rabia, está tan cerca…. y tan lejos!…sorpresa! aparece una pareja que iban detrás de mi. Con el crono pegao al culo para entrar en tiempo se paran a mi lado. Sacan un spray de Réflex y «pierden» su tiempo y sus posibilidades en ayudarme. Por dos veces lo hacen, que grandes personas y que gran lección. Aparecen mis dos últimos ángeles de la guarda: la voluntaria que cierra la carrera, que me anima y aconseja cómo debo seguir (me hizo caminar de espaldas para que cesarán los calambres, que grande!!!) y no me abandonará hasta que nos «despistamos» ya junto al lavadero y un compañero suyo que sin obligación alguna me manda echarme al suelo y con unos estiramientos brutales y unas flexiones que me hicieron ver las estrellas consigue que las piernas aguanten hasta el final. Sin ellos hubiese sido imposible hacerlo.

Miro el «Polar»: 12:52, me quedan ocho minutos. La pista del sendero Peñafrancia no se acaba nunca. Ya solo puedo caminar cojeando. Últimos cien metros de asfalto, la gente que ya se van duchados y recuperados me grita desde los coches para animarme. Por fín, meta, vuelvo a llorar de emoción, pienso que todo esto ha valido la pena, creo que soy un poco más grande que cuando llegué esta mañana y que cuando tome mi próximo café largo a las ocho de la mañana nunca volveré a decirme «que pintó yo aquí».

3h 58′ 37″ último clasificado, es lo de menos, a partir de aquí solo se puede mejorar. Y doy gracias… Gracias a Trail Gijón por hacer realidad mi sueño de salir al ruedo y no quedarme a ver los toros en la barrera. Gracias por permitirme estrenarme en mi ciudad. Gracias por una organización de… doce!!!!!. Gracias a es@s compañeros desconocidos que durante el recorrido respondieron a mis ánimos con los suyos. Gracias a tod@s los voluntarios por sus frases de aliento y sus sonrisas impagables. Gracias a esa pareja que me echó un capote cuando se me nublaba la mañana. Gracias a mis ángeles de la guarda particulares, sois los «culpables» de que esta aventura no se quedase solo en un intento. …Y finalmente gracias a mi tozudez y mis ganas…. tenía que hacerlo y lo hice. Amenazo con volver en la próxima edición, seguro!!!! Gracias!!!

Armando Medio

La entrada El «último» orgullo del Trail Gijón aparece primero en Team Sport Spirit.

Para todo el equipo ha sido una gran experiencia participar como atletas motores de JJ (Julio José) y Segunda, dos atletas en silla de ruedas del Centre de Parálisis Cerebral Prodis. A pesar del viento y de la dureza de la mitja, durante todo el recorrido ha sido una fiesta animando tanto el público como por los mismos participantes, una experiencia llena de emoción, emotividad y satisfacción. La alegría de JJ y Segunda al cruzar la meta hace que cada metro empujando la silla y acompañándolos haya valido la pena.

Para el Team Sport Spirit es todo un orgullo colaborar con los demás. Correr una media maratón como motores, donar sangre y médula, concienciar de los problemas cardiacos y educar para salvar vidas, son causas con las que estamos comprometidos.

Ayudar a tumbar las barreras sociales, físicas y mentales es un cuestión de todos.

Este ha sido el primer año… continuará. 

Enrique Rodríguez Ruiz

La entrada Una Media Maratón inolvidable para el Team Sport Spirit aparece primero en Team Sport Spirit.

Me lo habían presentado como la mejor forma de debutar en este mundillo, miles de consejos caían del cielo y todo me parecía demasiado grande e incluso inalcanzable en muchos momentos, aunque siempre hubiese estado ligado al mundo del deporte.

Pasaban los días, entrenamientos interminables, madrugones y siempre que afrontas un reto, parece que te lo tomas con mucha importancia (posiblemente más de la que tiene), pero estaba convencido de que quería hacerlo, quería completarlo ya sin pensar en tiempos ni posiciones y ese día estaba más que marcado en mi calendario.

Recuerdo la semana previa como una semana diferente, intranquila, agitada, con las dudas comunes de un novato. No se equivocaban cuando entre todos los consejos, me recordaban sus nervios los días previos a sus primeras carreras,ya sin hablar del día de la prueba.

Recuerdo la noche anterior como una noche interminable, en la que no creo que haya podido dormir más de 3 horas seguidas pensando en mi primer triatlón. 08:00 am en pie para desayunar, cargar pilas  y a las 09:30 ya estábamos rondando varios compañeros del Team por la playa del Arbeyal (Gijón). Recogida de dorsales, check in y todo listo para la carrera.

Todos los miembros del equipo que participábamos nos juntamos para charlar, fotos, dar ánimos y últimos consejos antes de empezar a calentar.

Primer error… no utilizar el neopreno para el segmento de la natación… indispensable a partir de aquel día (de todo se aprende…).

• 11:30 am, salida masculina. Nunca me he considerado buen nadador y menos teniendo en cuenta que no me iba ayudar nada la flotabilidad del neopreno y que debía nadar en tritraje. Natación muy dura, mucho frío y apenas había calentado, 19 minutos interminables. Salida del segmento en uno de los últimos grupos y transición tranquila con el máximo apoyo de todos los miembros que ese día no competían y que no han dejado ni un momento de animar.
• Mucho frío los primeros tres kilómetros de bicicleta y grupito reducido muy constante, dando relevos muy continuos… pero como todo…llega a su fin. El cansancio muscular y los primeros amagos de calambres se van notando debido al frío y una mala puesta en marcha. Me descuelgo del grupo y finalizo en solitario el segmento de 20 km en 45:15 mins. Recuerdo cada vuelta como una recarga de aire y de fuerza cada vez que pasaba por delante de mis compañeros, la verdad que todo un lujo y un agradecimiento enorme a todos y cada uno de ellos.

De nuevo transición tranquila, calzo mis zapatillas y comienzo a disfrutar de nuevo. La carrera a pie es la disciplina que mejor se me da y a la que más tiempo dedico… por lo que vuelvo a recuperarme rápido y comienzo a adelantar a los triatletas de ese grupo en el que iba en bicicleta. Puedo decir a día de hoy, que tras muchas carreras populares, duatlones, triatlones, travesías, entrenamientos… nunca he disfrutado tanto de esos últimos 5 km. No hacía más que escuchar ánimos cada vuelta que pasaba delante de mis amigos, familiares y miembros del Team Sport Spirit, desde luego, una experiencia maravillosa.

Últimos 200 metros de la carrera, y ya afronto la meta con la satisfacción de haber podido acabar, de haber dado todo lo que he podido, de haberme exigido al máximo los últimos tres meses… una de las mejores experiencias que he tenido y que mejor que en mi primer triatlón. Final de carrera en un tiempo más que satisfecho (01:25:15) y por suerte o desgracia…profundamente enganchado al triatlón.

Agradecer todo y mas a toda la gente que acudió a animarme a la carrera,  a los compañeros que tengo, que es imposible poder cambiarles por otros… montones de consejos que se quedan conmigo para siempre y desde luego a la organización del Club de natación Santa Olaya por haber hecho aquel día inolvidable.

Reflexiones como esta se motivan aún más, en el momento en que estos deportistas/amigos se unen en único grupo, una gran familia como es el Team Sport Spirit y que en cada prueba me dejan aun mas alucinado. Esa pasión, diversión y sobre todo corazón que cada uno de los integrantes pone ya sea para competir (a mejor  o peor nivel) o bien para animar, es la chispa necesaria, el motor que cualquier deportista querría tener para completar sus retos.

Creo que ha quedado más que clara mi respuesta a esa típica pregunta, “¿Por qué tanto tiempo invertido? ¿Qué ganas acabando un triatlón?… Solo se necesitan perseverancia, amor por el deporte y ganas…¡¡¡GANAS DE PASARTELO BIEN!!!

Victor del Coz

La entrada Mi primer triatlón aparece primero en Team Sport Spirit.

Todo esto me llevó al pie del lago Zell am See (Austria), rodeado de miles de triatletas, hombro con hombro con un amigo y con el apoyo de esa persona tan especial, mi primer triatlón IROMAN 70.3.
Justo antes de escuchar el estruendo del cañón que marca la salida, compartes ese nerviosismo grupal que crea ese ambiente fantástico en este deporte «suerte» «¡disfruta!», en ese momento el inglés es lo de menos… 

El sistema de salida, novedoso para mí, resulto lo de siempre, cada uno se pone donde quiere por lo que una vez dentro del agua toca ir adelantando. Vamos avanzando en la cola de salida, Oscar (amigo y compañero en Algeciras) y yo vamos ajustando para salir a la vez, nos situamos justo delante de los jueces y… «GO!!»

Agua cálida, como para nadar sin neopreno, gente nadando lento y empiezo a trazar mi rumbo, levanto dos veces la cabeza, me oriento y a buscar ritmo, Oscar se queda atrás, contábamos con eso pero tiene dos sectores para pasarme de sobra. Voy entrando en mi ritmo, el que tengo, ya que no he entrenado mucho este sector,  a pesar de ser mi punto fuerte.
Continuamente voy adelantando, decido separarme de la línea de boyas para tener camino libre y poder nadar, evito las aglomeraciones en los giros, aunque al final nade algunos metros más.
Poco a poco se acerca el fin del sector, veo el marco y la gente poniéndose de pie, vuelvo a buscar una zona limpia de aglomeraciones (difícil) y aprieto un poco el ritmo batiendo piernas.
Justo delante se pone un triatleta de pie, ¡¡ya estamos aquí!!… miro el reloj, 30 min, me conformo y salgo a correr hacia la T1.

Tengo que decir que es el mejor sistema de transición que he hecho aunque no llegué a aprovecharlo… Una vez quitado el neopreno coloco la armadura para el reto de la bici… ¡¡y menudo reto!!

Empiezo el sector ciclismo, con ganas, le he dedicado mucho durante el verano y quiero disfrutarlo… los primero 20 km son favorables, pasan rápido, algunos aviones me adelantan, incluso yo adelanto a algún avión (¡esto es nuevo!). La sensación del tráfico cortado es brutal, asfalto bueno, un paisaje que te deja boquiabierto, el aire puro barre mis pulmones y poco a poco voy preparándome para lo que llega.
Primer tramo completado, buen ritmo (¡¡¡34 de media!!!), trazo las primeras curvas que llevan al inicio del ascenso, 13 km de puerto de primera categoría, una joya!
Tras una curva cerrada arrancamos el primer tramo, duro porque vienes con mucho ritmo y porque son 2 km con una media del 8-9%, ya no hay tantos aviones, ahora toca administrar y marcar mi ritmo. Sufro, como siempre que empiezo a subir, y voy mejorando sensaciones… se hace largo, pero rápidamente noto que la dureza baja y consigo mejorar el ritmo, ahora tocan 8 km al 5%. Aquí disfrutas, te cruzas con gente de la zona animando, no entiendo lo que dicen, pero ayuda.
Aprovecho para comer algo, hidratarme, repasar el recorrido mentalmente y así abstraerme de lo que me queda del puerto.
Alcanzo el segundo avituallamiento, agua y seguimos… ya empieza a asomar al último tramo, un pequeño desvío a la izquierda y ves la señal «14%», me sale una sonrisa (¡¡¡quien me ha visto!!!…), y me agarro al manillar con ganas.
Poco después empieza el espectáculo, una rampa de casi 3 km con ligera curva a la izquierda, donde la gente va a golpe de riñón. Marco mi ritmo, voy controlando la respiración y avanzando… caen en grupos, algunos van en zigzag, otros de pie, triatletas andando, incluso algunos parando en carreteras laterales… me vengo arriba, sé que puedo, que los metros pasan y estoy preparado.
Termino esos duros 3 km con una sonrisa, con buena sensación y ganas de seguir pedaleando.

Comienzo lo que más temo, 4 km de bajada de media 15%, con curvas muy cerradas y seguidas… poco a poco voy bajando, sufriendo por mi falta de pericia y poca técnica. Paso el tramo complicado y comienza ese gran tobogán, casi 30 km de bajada, con una pendiente que va reduciendo, es fácil pedalear, el asfalto un poco bacheado, las piernas vuelan y la bici rueda fácil… de repente un ruido desagradable, un coleteo de la bici y tras un vistazo rápido compruebo que ¡¡he pinchado la rueda trasera!! ¡¡Menuda faena!!
Pie a tierra y empieza otra carrera, intento cambiar la cámara lo más rápido posible, quiero hacerlo bien, no quiero tener que parar otra vez. Termino de inflar la rueda, la monto y miro el reloj… 16 min en cambiar la rueda, pero bueno, puedo seguir y eso cuenta.
Monto y rápidamente la bici coge velocidad, miro el reloj, llevo 38 km y me queda mucho por hacer, voy ganando cadencia mientras mis piernas recuperan el tono muscular.

Ahora voy devorando kilómetros, adelanto a algunos compañeros, saludo algún español y veo acercarse el final de la bici.

Paso por Zell Am See, el ir concentrado no me deja ver a nadie. Sólo quedan 20 km, y estos parecen que se estiran, este último tramo, más monótono, con algo de viento y algunos tramos de carretera malos hacen que empiece a desear soltar la bici.
Tras un pequeño repecho, puedo ver lo que queda para llegar al box, me animo y mantengo la calma.
Solo faltan unos 10 km, pero ya el cuerpo empieza a protestar, especialmente el cuello y el pie izquierdo, esto es algo nuevo.
Llego a la entrada del box, noto el cansancio en las piernas, pero confío que podré correr bien. Al bajar de la bici, noto como los isquios me avisan, suelto una queja y aguanto para no caerme, inspiro profundamente y corro despacio con la bici al lado… noto que se pasa la molestia conforme voy pasando por el box.

Decidido y con ganas empiezo sector carrera, tengo en mente As Pontes, donde fui poco a poco a más hasta encontrar un buen ritmo. Ignoro las quejas de los músculos de las piernas, sé que pueden más, y voy cogiendo ritmo… pero hay un dolor suave, un hormigueo que va ganando fuerza en mi pie izquierdo, viene de la bici, pero intento aguantarlo.

Km 3.5, primer paso por el pueblo, la sensación muscular es de cansancio, voy cogiendo tono muscular para correr, pero el pie va doliendo cada vez más. Tengo que parar porque parece que llevo el calcetín arrugado, paro, lo ajusto, masajeo el pie y sigo.
Km 7, tengo que correr como puedo, voy variando el apoyo del pie y todo esto no me permite coger un ritmo, noto cada vez más cargadas las piernas y esto me preocupa. Finalmente, debido al dolor en el pie tengo que empezar a andar, única manera de conseguir que no me duela. Aprovecho todos los avituallamientos, y voy intentando hacer intervalos, 1 min andando 5 min corriendo, pero cada vez que arranco a correr noto que los músculos están duros, han perdido la continuidad y están enfriándose.
Km 15 tras varios km animándome, peleando mentalmente contra el cansancio, parece que las molestias van desapareciendo y arranco a correr, marco un objetivo, al ritmo que sea, pero hay que llegar a meta corriendo. Veo como se va acercando el pueblo, la meta y paso por el ultimo avituallamiento, me echo agua por encima, y me vengo arriba… no puedo dejar de sonreír.
Llego al cruce, donde veo el cartel que marca la dirección a meta y me lanzo por la calle principal del pueblo… ya no duele nada, veo las banderas, oigo la gente animando y escucho de lejos la voz de Zo, que como siempre sabe dónde estar para motivarme. 

Los últimos 100 metros vuelas, no por rápido, sino por la sensación de euforia, la alegría de conseguir tu sueño…
META!!!
No eres consciente del momento que te ponen la medalla, sólo quieres abrazarte a tu ser querido y reír de alegría.
Más tarde, cuando cuentas la experiencia con quienes te rodean, descubres que nada de esto tiene sentido si no puedes compartirlo con tus seres queridos. 

Ilusión, nervios, motivación, superación, esfuerzo, alegría… toda una montaña de sensaciones, y todavía hay algunos que no entienden porque nos gusta tanto este deporte, triatlón Team Sport Spirit.

Pedro Jiménez Sánchez

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Yo no tengo mucha experiencia en este tipo de pruebas, era mi segunda maratón de atletismo pero tenían cuidado hasta el mínimo detalle. Excelente la animación durante todo el recorrido y sobresaliente los valencianos y valencianas… que forma de animar!!!! Durante los 42,195km y en especial los últimos, espectacular. Se nota que la ciudad se vuelca, se respira ambiente deportivo por todos lados, la estancia ha sido de lo más agradable, la atención en el hotel, restaurantes, etc.

Era nuestra primera carrera con nuestro nuevo club Team Sport Spirit y aunque hemos sufrido bastante, sobre todo en los últimos kilómetros ha valido la pena, tanto como para volver el año que viene. Rafa Mesa con problemas físicos desde el km 25, ha conseguido acabar con un gran tiempo a pesar de los problemas 3h 38 min.

Para mi, desde el km 35 hasta el 42,195 ha sido una tortura y a pesar de conseguir mi MMP y bajar 7 min desde Barcelona, no he podido bajar de 4h, 4:00:16 me han faltado 17 segundos, seguramente porque hasta el km 35 he ido a un ritmo fuerte y todo lo que había conseguido lo he perdido en los últimos km. Para la próxima!!!

Maratón de Valencia 2016

Agradecer a Mireia García, mi dietista, sus consejos y sus dietas me han sido de gran ayuda, a Rafa Navas Marin, Rafa Mesa, Manolo Valenzuela, Josep Serra, Manolo Galan, y Luis Miguel Yuguero Alegre que han entrenado con nosotros y han tenido una paciencia de santos!!! Por cierto, nos vemos a partir del martes a las 6 de la mañana que hay nuevos retos que afrontar. Pero especialmente a Pilar de @EsportsKnera por los entrenos, los consejos y la paciencia para afrontar esta maratón de Valencia.

P.D.: no pienso hacer otro Maratón… cuándo es el de Sevilla?

Enrique Rodríguez

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